sábado, 30 de octubre de 2021

¿Por qué se canceló el A380?

 

¿Por qué se canceló el Airbus A380?

  Por Kurt Schleicher


   Ya bien retirado en 2018, me quedé atónito al descubrir que nuestro flamante gigante de los aires, que tan buena acogida había tenido tanto por operadores como por pasajeros, iba a sufrir un brusco parón en la producción de nuevas unidades. Si como parecía se trataba de un parón definitivo, supondría el desmantelamiento de los enormes medios industriales realizados para permitir la entrega de 4 aviones por mes, esfuerzos en línea con el gigantismo del avión. Y eso sin contar con la espléndida aventura vivida durante los años 90 en los estudios preliminares (la época del A3XX), así como en el desarrollo del A380 desde su lanzamiento en el 2000 hasta dos años tras la primera entrega a cliente, fecha considerada como el final de la fase de desarrollo del avión y que coincide con el año 2008. Creo que no hace falta recordar lo que significó este año para la economía mundial… y para el futuro del avión.

   Este no es el primer caso de una cancelación de un programa aeronáutico, pues ha habido otros. Recuerdo a título de ejemplo la cancelación del MD-11, tras estar tan sólo 10 años en servicio, desde 1990 al 2000, cuando se paró su fabricación. La razón fundamental es que no cumplía los requerimientos, ni de peso ni de performance, lo que en aviación comercial es equivalente a nacer herido de muerte. Por supuesto, este no era el caso del A380; entonces, ¿por qué se paró su fabricación tras trece años en servicio? Razones para cancelar un programa hay variadas, en especial si sucede tras un accidente por causa de un problema de diseño, muy poco habitual, pero que fue el caso del DC-10 al estrellarse al quedarse sin mandos de vuelo por un problema de brusca despresurización y deformarse la cabina impidiendo que funcionaran los cables de mando, tecnología por cierto bastante antigua en aviones comerciales. Es evidente que tampoco es el caso del A380, que no ha sufrido jamás un accidente. ¿Entonces?

   Dicho en pocas palabras, la razón de la cancelación se ha asumido que es primordialmente por la falta de ventas, que hacían no rentable el programa; el objetivo es compensar los costes de desarrollo y empezar a tener beneficios. Cierto es que la situación de ventas en los últimos tiempos no era muy boyante, pero nuestro cliente estrella Emirates había ido al rescate con un nuevo pedido de 36 aviones en febrero de 2018, noticia que me hizo suponer compensaría el bajo rendimiento de ventas. Esto suponía árnica para el programa y di por hecho que los rumores de cancelación desaparecerían tras esta noticia. Pues no; justo un año más tarde, en febrero de 2019, el presidente de Airbus confirmó la cancelación al considerar que los costes de desarrollo no podrían llegar a compensarse. Empezaron entonces a surgir posibles “culpables”, a la cabeza de los cuales aparecían los expertos  de análisis de mercado, o que Airbus no había hecho tales análisis o que habían sido tremendamente erróneos. Pues nada más lejos en mi opinión, pues no hay más que mirar a la década de los 90:

-             1991: primeros escarceos sobre la viabilidad de un avión comercial gigante de 600 plazas, incluyendo a Boeing, e incluso por Alemania y Francia, presentando cada uno su propio avión gigante, forzando a Airbus a intervenir como ente integrador.

-                1992: estudios de configuración por parte de Airbus (todas ellas de cuatro motores, por cierto)

-               1993: puesta en marcha del programa GSS (grandes superficies sustentadoras) para probar que en España seríamos capaces de realizar un estabilizador horizontal en composites y asegurar que nos llevaríamos este componente del avión, ya asumido desde tiempo atrás que sería siempre español, pero ahora con el triple de tamaño, similar a la superficie de las alas de un A310.

-               1996: Creación de la LAD (Large Aicraft Division) y comienzo de los estudios del A3XX, incluyendo por supuesto a los de mercado. Cuatro años más tarde, en el 2000, esto permitió el lanzamiento del A380.

   Cuatro años son más que suficientes para generar estudios de mercado, aparte de otros muchos. De aquí salió que para rentabilizar el programa habría que producir y entregar cuatro aviones por mes. Al principio se estimó que el coste de desarrollo sería de once mil millones de dólares, pero la realidad al cabo de los años mostró que sería el doble y finalmente, resultó ser del orden de casi treinta mil millones, una vez superadas todas las dificultades. Parece obvio que la primera previsión fue demasiado optimista; compensar treinta mil millones de dólares a base de ventas no sería tarea fácil.


                                                   Montaje final A380 en Toulouse

   Los americanos opinaban que para rentabilizar un programa de un avión así, se precisaría conseguir al menos 500 aviones vendidos; a finales del siglo pasado no parecía ser una cifra impensable. Al ver que Airbus iba en serio, ellos se retiraron de la competición por el primer avión gigante comercial y prefirieron dedicarse a mejorar su ya muy anticuado Jumbo 747, lanzar un avión más pequeño con mucha tecnología, el Boeing 787 “Dreamliner”, que se lanzó tres años más tarde, en 2003 y, por último, modernizar su avión Boeing 777, que, aunque asimismo algo más pequeño, en algunas rutas competía con el A380. Airbus no se quedó tampoco quieta, pues lanzó, ya más tarde, el A350, para competir con todos aquellos. En mi opinión, tanto el 787 como el A350 con sus dos motores en lugar de cuatro, resultaron muy eficientes, redundando en sombrías perspectivas para el futuro del A380.

   Y esto no es todo, pues todavía no he explicado por qué subió tanto el coste de desarrollo. En mi modesta opinión, influyó mucho el cambio de organización que se produjo al mismo tiempo que el lanzamiento del A380 en el año 2000, cosa que ya se adivinaba desde años antes. ¿Por qué? Pues porque un cambio organizativo significa no sólo que nadie sabe a priori cuál será su futuro y encima hay que preparar y afinar la nueva, justo en el momento que todos los equipos debieran estar ya preparados. Para España fue aún peor, pues hubo que escindir la antigua CASA entre los de Airbus por un lado y por el otro los destinados a aviones militares, tanto propios como foráneos, como el Eurofighter. Resultado para  el A380: unos cuantos jefecillos >50 y la gran mayoría jóvenes entre 20 y 30, que fueron capaces de asumir el enorme reto que se les venía encima. En cuanto a la nueva organización de la compañía única multinacional de estructura piramidal en lugar del antiguo consorcio formado por cuatro compañías nacionales soportadas financieramente cada una por su país, y con su propia responsabilidad, hay una enorme diferencia. Todo esto supuso coste y tiempo. Y otro efecto: la nueva organización: exigía estar siempre informada y tomar las decisiones de todo orden, redundando en que los responsables perdieran eficiencia y dedicaran casi más tiempo a la comunicación que  a las labores técnicas, con la consiguiente falta de eficacia. Eso sí, se suponía que de esta forma nunca se escaparía nada, pero yo siempre he sido de los que piensan que las decisiones deben tomarse al más bajo nivel posible. Todo esto nos llevó a mayores costes de lo previsto, claro. ¡El A380 había nacido en mal momento!



   A este respecto, hubo muchas discrepancias; el presidente de Airbus era de lo opinión que el lanzamiento del A380-800 había sucedido “10 años demasiado pronto”, con lo que yo no estoy de acuerdo.  En 1990, Boeing tenía 122 pedidos en firme del 747-400 que, 10 años más tarde, con los avances del A380, se redujeron a 26. Está claro que hubo “efecto A380”…

   Sin embargo, la situación de ventas en los primeros años no era muy alarmante; no era muy veloz, pero seguía al menos una evolución ascendente:

                                Evolución de pedidos del A380 en 2011


   Incluso a comienzos de 2015 la situación era de 357 aviones pedidos y 154 entregados, lo que yo calificaría de “esperanzadora”, pese a que el objetivo de entregar 45 aviones al año no se consiguió nunca. A partir de 2011 las ventas comenzaron a oscilar entre 30 y 10 al año, muy bajas; lo malo era que la tendencia empezó entonces a ser negativa. ¿Por qué sucedía esto? Pues porque las ventas del flamante Boeing 787, una vez superada su crisis de producción y control de subcontratistas al comienzo, empezaron a subir como la espuma. Y no sólo eso, sino que en el propio Airbus las ventas del A330-300 también iban muy bien, mientras que las del cuatrimotor A340-300 no cuajaban. ¡Tanto el 787 como el A330-300 eran bimotores, que se estaban mostrando muy eficaces! Además, para competir con el 787, Airbus iba avanzando con rapidez en la producción de su nuevo y flamante bimotor de gran capacidad A350 y en estos últimos años se ha convertido en un éxito de ventas; todo ello iba en detrimento del A380.

   Tampoco era esta la única causa. ¡El A380 había cumplido con sus objetivos, era muy apreciado por muchas compañías, no había sufrido ningún incidente grave en servicio y su fiabilidad se mantenía casi en un 100%! Además, el 80% de los beneficios anuales de Emirates provenían del A380 y encima en el parámetro “consumo de carburante por asiento” el A380 era un 4% mejor que el B787. Sin embargo, los clientes esperaban un A380 re-motorizado y remozado (Rolls Royce no había mejorado nada los motores y encima parecía haberse decantado por el Boeing 787 con sus nuevos motores). En cuanto al número de pasajeros, el cliente estrella Emirates (que acumulaba más pedidos que todos los demás juntos) quería un avión aún más grande. Es verdad que la potencial familia del A380 se había reducido a una única versión, el A380-800, pero el diseño del ala se había hecho “tan grande” para amparar el potencial lanzamiento del A380-900, una versión “alargada” de más capacidad (entre 650 y  980 pasajeros, dependiendo de la configuración de asientos, en lugar de los 555 / 600 del A380-800). Emirates simpatizaba con una versión así, no estando muy contentos con que Airbus ni mejorase los motores ni hiciera nada por mostrar que pudiera lanzar un A380-900. En cualquier caso, a otros clientes como a Japan Airlines les sobraba avión y no estaba la situación como para cubrir dos versiones distintas, dada la escasez de ventas. Por otra parte, Emirates siempre fue un arduo defensor del A380 y líderes en ventas con más de 200 entregados frente a tres de Japan; la ventaja era obvia y eran muy conscientes de su poder. Airbus sí reaccionó, pues los trabajos de un A380 “Neo” dieron comienzo antes del 2010 con la secreta esperanza de obtener un éxito similar al A320”Neo”, pero Emirates quería “más”. Se comenzaron estudios de un A380”Plus”, pero ya íbamos contra reloj.

                                                         Airbus A380-800 de Emirates

    Las desgracias nunca vienen solas: a finales del 2010, un avión Qantas, la compañía australiana, sufrió en el motor 2 un fallo de salida de álabe del motor no contenida, que por fortuna, pese a atravesar la estructura del avión en el ala, tanque de combustible y un sistema hidráulico, no causó ninguna desgracia. Las Autoridades de Certificación (AA) se cabrearon, pues habían certificado el avión tras las demostraciones de Airbus y ahora había surgido un evento real; consecuencia: se exigió a Airbus que reemplazara todos los motores Rolls Royce Trent de la flota , labor ardua y costosa, además de incordiante para los clientes. Y encima trajo más cola, ya que durante las inspecciones pertinentes se detectaron microgrietas en el ala, que había sido reforzada por los británicos empleando una nueva aleación ligera, que a todas luces no había sido suficientemente experimentada para conocer sus propiedades a fatiga. Consecuencia: las autoridades europeas de Certificación (EASA) exigieron “mandatory checks” (inspecciones obligatorias) para ver la evolución de esas grietas. Más cabreo para los clientes, pues esto constituía otro incordio.

   En 2013, en el Dubai Air Show, Emirates anunció una compra masiva de 50 aviones más, lo que daba algo de aire mirando hacia el futuro

  En 2014, Airbus hizo público que tendrían listo el A380”Neo” para 2020, lo que dejó algo “fríos” a Emirates, pues seguían piando por la versión alargada de más capacidad. En 2017, Airbus anunció a la vista de estos deseos que estaba en marcha el A380 “Plus” con una cabina más eficiente, permitiendo 80 pasajeros más, si bien esto se haría eliminando las lujosas escaleras de un piso a otro, así como la cafetería. Emirates no se mostró satisfecha, pues el “lujo” era una marca de la casa y no querían renunciar a ello.



    En 2016, Airbus anunció un corte de producción, pasando de los 28 de 2017 a 12 en 2018. “Cuando el río suena, agua lleva”…

   Emirates decidió echar otro cable a Airbus anunciando su intención de pedir otros 36 aviones para 2018. Pero creo que este anuncio de “buena voluntad” llegaba algo tarde. Airbus ya fue asomando la patita con declaraciones de corte total de producción. Por entonces, el director de ventas decidió jubilarse, aunque seguía afirmando que Emirates quería más A380´s y que seguiría “protegiendo su maravilloso A380” que tantos beneficios le reportaba. No estuvo muy acertado, pues empezaron a aparecer declaraciones de Emirates en el sentido de considerar la compra de A350´s y 787´s como más “racional” que seguir aumentando su flota a base de A380´s. Y esto ya fue la puntilla final: el presidente de Airbus, también a punto de jubilarse, oficializó la cancelación en 2019.

è “RIP” para el A380 y una gran tristeza para los que mamamos y dejamos parte de nuestra vida en este maravilloso avión.

   No he hecho hincapié en los costes unitarios por avión, pero también podrían considerarse efectos indirectos que llevaran a la cancelación. 

      Veamos unos costes unitarios (aproximados) del A380 para comparar, especialmente con sus competidores:

    A380-800:           600 asientos, 450 millones $

    A350-1000          480 asientos (40 plazas más que el -900): 399 millones $

    Boeing777-300:  468 pasajeros;  347 millones $.

    A330-300:            335 plazas (máx),   260 millones $

    Boeing 787:         290 pasajeros (máximo): 218 millones $

    (A320Neo :           180 plazas,   100 millones $ )       

   Como se puede observar, hay proporcionalidad entre pasajeros y coste. Como es lógico, el A380 es el más caro. Pensemos en coches: ¿Se venden muchos Rolls o Ferrari?  Me imagino que no. No hay muchas compañías que puedan permitirse el lujo de comprar A380´s a mansalva, salvo Emirates, que debe estar forrada y gracias a esta compañía tenemos las ventas que hemos tenido y que han ido salvando el programa. Si no fuera por ellos, se hubiera cancelado mucho antes… Recuerdo bien que en su día se nos comentó que el primer avión para Emirates debería salir “niquelado”, pues el futuro del A380 dependería de ellos; no andaban muy descaminados, desde luego.

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                                                         ANEXO

   Resumen de la corta vida del A380, marcando en cursiva los eventos que llevaron, entre otros, a la cancelación del programa.

ü             1992: estudio de posibles configuraciones del A380

ü      1993-2001: ensayos GSS en España con un estabilizador horizontal de 260 m2 en composites , como demostrador de factibilidad.

ü        Abril 1996: creación de la Airbus Large Aircraft Division. Dan comienzo los estudios del A3XX.

ü      Diciembre 2000: lanzamiento oficial del A380, en el marco de la nueva compañía única EADS – Airbus

ü            Enero 2005: presentación del A380 (Roll-Out)

ü          Abril 2005: primer vuelo del A380

ü  Junio 2005: anuncio de retrasos en el programa por problemas en el control de configuración del cableado eléctrico en cabina

ü         Diciembre 2006: Obtención de la Certificación conjunta FAA/EASA

ü        Octubre 2007: primera entrega a cliente del A380 (Singapore Airlines)

ü       Agosto 2008: primera entrega del A380 al cliente “estrella” Emirates

ü      Noviembre 2010: incidente en un A380 de Qantas con salida no contenida de un álabe del motor.

ü    (Oct 2011: Boeing entrega su primer 787, tres años más tarde de lo previsto, pero ya contando con pedidos de más de 800 aviones)

ü      Febrero 2012: EASA requiere inspección obligatoria de posibles grietas para las partes reforzadas del ala con el nuevo material

ü      Marzo 2013:  entrega del A380 número 100

ü     Noviembre 2013: Dubai Air Show en el que Emirates anuncia un pedido de 50 aviones más

ü     (Enero 2015: primera entrega del A350)

ü      Julio 2015: Airbus anuncia que el A380”Neo” entrará en servicio en 2020.

ü     Junio 2016: Emirates da por canceladas las negociaciones por el A380”Neo”, ya que lo que quiere es una versión de mayor capacidad

ü     Julio 2016: Airbus anuncia un primer corte de producción a un avión por mes en lugar de los cuatro inicialmente previstos

ü     Junio 2017: Airbus ofrece el A380”Plus” a partir de optimización de cabina (80 asientos más) a base de eliminar “lujos superfluos”, cediendo a las presiones de Emirates. Satisfacción mediana de Emirates, que no quieren eliminar sus “lujos”, superfluos o no.

ü    (Enero 2018: 854 pedidos acumulados de las tres versiones del A350)

ü      Enero 2018: Emirates anuncia la compra adicional de 36 aviones A380

ü      Febrero 2019: Airbus oficializa la cancelación del programa, requiriendo que se pare la fabricación del A380.

ü      Marzo 2021: último primer vuelo de un A380

 

                                                                            KS, 30 octubre 2021

 


viernes, 30 de julio de 2021

Tutankhamon II

 

            Tutankhamon II…   por Kurt Schleicher

  

         ¿Será cierto que se repite la historia? Esta pregunta tiene respuesta cuando el tiempo transcurrido no es muy elevado y tenemos disponibles elementos de comparación, pero, si no es así, no seremos capaces de contestar. Es algo parecido a lo que nos pasa con el Big Bang; parece que hay bastante unanimidad en el entorno científico de que nuestro universo ha nacido de un fenómeno como éste hace trece mil y pico millones de años e incluso podemos “verlo” gracias a la radiación de fondo de microondas o CMB, que viene a ser la prueba de su existencia. La pregunta impertinente que surge inmediatamente es “¿Y qué hubo antes de ese Big Bang?” Es evidente que no lo sabemos, pero una buena respuesta podría ser “Pues otros Big Bangs, en un ciclo repetitivo que no tiene ni principio ni final”, lo cual nos introduce en ese extraño concepto que es la eternidad.

   Pues bien: con la historia ocurre algo parecido. Gracias a evidencias y transmisiones escritas u orales, tenemos una idea relativamente clara de nuestra historia como civilización si nos remontamos hasta los sumerios y a los egipcios, es decir, hace unos cinco mil o como mucho seis mil años, pero más allá nos empezamos a perder. “¿Qué pasó hace doce mil años?”, podría preguntarse alguien con toda la razón, pero sin elementos probatorios nos encontramos con falta de respuestas, aparte de mitos o leyendas. Un ejemplo podría ser el mito de la Atlántida, según cuenta Platón situándolo hace unos once mil años, pero creo que nadie aceptaría ahora mismo que se tratase de historia y no leyenda. Si volvemos a duplicar este tiempo y nos plantamos hace treinta mil años, como mucho podremos deducir que alguien cabal ya existía gracias a las pinturas rupestres como las de Altamira, y además con bastante estilo artístico.

   Todas estas disquisiciones nos llevan a preguntarnos si nuestra civilización es la única que ha existido o si ha habido otra muy anterior. Siempre hemos sido muy orgullosos, dando por hecho que nuestra civilización, nuestra Humanidad, es y ha sido la única a lo largo de toda la historia del mundo. Otro llamativo ejemplo es el de las piedras grabadas de Ica, en Perú, sobre las que ha habido un largo debate en cuanto a su autenticidad. Su descubridor, ya fallecido, el Dr. Cabrera, defendía que existió otra humanidad que llegó a convivir con los dinosaurios (es decir, hace unos sesenta millones de años), basándose en los grabados en algunas de estas piedras (hay un total de once mil en su museo de Ica). Y no sólo eso, sino que el nivel cultural de esa civilización debió ser entonces muy alto, al encontrarnos hasta con representaciones de operaciones de cerebro. Recientemente se ha realizado un estudio por parte del CSIC que cifra la antigüedad de estas piedras grabadas en 99.000 años, es decir que nos movemos en el entorno de los cien mil años, lo que ya nos deja al menos lejos de los dinosaurios. No olvidemos la escala temporal: después de esos cien mil años podrían haber existido 16 civilizaciones como la nuestra y tras los treinta mil de Altamira, quién sabe si pudieran haber surgido hasta cinco civilizaciones como la que conocemos; cierto es que no hemos visto evidencias de nada, si nos olvidamos de las famosas y misteriosas piedras grabadas de Ica. A partir de ahí, sólo podemos usar nuestra imaginación.

Piedras grabadas de Ica. Véase la figura humana en la piedra grande


El Dr. Cabrera enseñando su museo en Ica.

   Imaginemos, pues.

   Horacio Carter se había ganado una bien merecida fama de arqueólogo en aquél año de 1920  N.E. (Nueva Era) (*)  al haber descubierto restos de una civilización anterior que él llamaba Plastiforme, pues había encontrado algunas evidencias sobre un material que en lo poco que había podido deducir se había llamado “plástico” en una época olvidada de la historia. Horacio tenía un aspecto enjuto, moreno y bigote negro a la moda de la época y su carácter se caracterizaba por una tozudez supina. Había llevado a buen término excavaciones en el norte del continente africano, en una zona en la que nadie hasta entonces se había fijado; sin embargo él había descubierto la parte superior de una pirámide que sobresalía del suelo poco más de cinco metros. Sin embargo, para Horacio una pirámide de ese tamaño no tenía sentido, así que decidió excavar alrededor de la base, encontrándose que la tal pequeña pirámide era en realidad mucho mayor. A medida que profundizaba, se dio cuenta que el terreno estaba formado por multitud de capas diversas, algo que encontró asimismo en otras excavaciones. Este hecho le llevó a desarrollar una teoría sobre los ancestros de la historia conocida de la civilización humana, de la que solamente se conocían los últimos cinco milenios; él estaba convencido de que había existido otra humanidad del doble de antigüedad, es decir, hacía 10.000 años aproximadamente. Había encontrado restos que indicaban que en aquél tiempo debió ocurrir una catástrofe a nivel mundial, con toda probabilidad causada por la caída de un cometa o un asteroide, produciendo una extinción masiva y además de forma brusca, impidiendo que quedasen huellas. Tras el impacto del cometa, lo primero que debió ocurrir fue que la atmósfera se llenó de un polvo oscuro irrespirable que ocultó el sol durante largo tiempo. A esto le debió seguir un periodo breve de glaciación de alrededor de un milenio, seguido de un calentamiento de la atmósfera según iba disipándose toda aquella capa en la atmósfera y dejando paso al calor del sol. La consecuencia de todo ello fue que el hielo acumulado sobre toda la superficie terrestre se fue derritiendo con gran rapidez y causó que el nivel de las aguas subiera del orden de 200 m., dependiendo de las zonas. Había leyendas y mitos en diferentes países del mundo mencionando una época antigua en la que una inundación global había borrado de la faz de la Tierra cualquier vestigio de una civilización anterior, de hecho ya desaparecida tras el cataclismo del impacto del cometa y la glaciación de mil años subsiguiente.

    Horacio estaba convencido de que esa civilización había existido y que habría que excavar esos 200 m. para encontrar algún vestigio; él estaba seguro de que deberían haber existido edificios de más de un kilómetro de altura, pero que debido a los cataclismos y terremotos tras el impacto estelar se habrían derrumbado y desaparecido. Bueno, no todos: había una excepción al menos, y era la pirámide que había descubierto y que parecía no tener final. Una masa tan enorme no podría derrumbarse; el problema era averiguar su antigüedad: ¿10.000 años? ¿20.000 años o incluso mucho más? En lo que había visto no existían vestigios de ese material plástico, por lo que deducía que sería mucho más antigua.

   El éxito de un arqueólogo es un muchas ocasiones función de su suerte, y Horacio la tuvo. Tan pronto supo que en una pequeña población se había formado una enorme sima, tragándose un camión de gran tonelaje, Horacio ni se lo pensó; reunió a su equipo y se dirigió hacia aquél lugar. Llegó justo cuando el camión ya había sido apartado con cierta dificultad gracias a una enorme grúa, despejando el camino. Uno de los lugareños, muy excitado, le habló de que habían descubierto parte de una especie de puerta en un lateral del fondo de la sima.

   Carter se dirigió a su colaborador más cercano, un excelente arqueólogo y antropólogo de nombre José Luis Arteaga.

         José, debemos proteger esta entrada para que nadie que no seamos nosotros se acerque por aquí. Intuyo que esta puerta nos puede llevar a una tumba no hollada con anterioridad.

─ Pues lo mejor será preparar una escalera de acceso por el lateral de la sima y después excavar. Tendremos que pedir permiso para que el acceso superior esté impedido con una verja con cerrojo y además se nos ponga una vigilancia ─ respondió Arteaga, atusándose el largo cabello que le distinguía.

Ambos se sentían excitados por el potencial descubrimiento; hasta entonces, lo poco que se había descubierto ya había sido precedido por ladrones y no había quedado ningún resto de interés; gracias al hundimiento de la sima, aquello era realmente prometedor.

Los preparativos les llevaron tres semanas más y Horacio ardía de impaciencia. Por fin llegó el gran día; la prensa ya era sabedora del descubrimiento, pero no se había formado ningún revuelo al no haber encontrado nada de interés hasta ese momento. Horacio había contratado a un fotógrafo de su confianza y los tres se dirigieron a la puerta y comenzaron a retirar los sellos que habían colocado. Tras cerciorarse de que estaban allí los tres solos, empezaron a apalancar la puerta para descubrir lo que había detrás.

Tras iluminar con una linterna, vieron que aquello tenía aspecto de ser una especie de antesala, no demasiado grande, con otra puerta al fondo. Lo de mayor tamaño era una especie de mueble sobre el que estaba colocada una pequeña urna o altar de material plástico con la parte trasera conectada por un cable a una conexión en la pared. José Luis dedujo que aquello podría servir para orar o hacer una plegaria antes de acceder al interior de la tumba, aunque no descartaba que en el frontal pudieran verse imágenes. Al lado había una pequeña joya compuesta por una semiesfera dorada sobre la que había lo que parecía un pulsador. Aquello debía formar parte del ceremonial; en efecto, Horacio golpeó con la palma de la mano el pulsador y surgió un sonido alegre que debía servir para llamar la atención y hacer callar a los asistentes. En la pared del fondo se veían los restos de un mueble en forma de cuadrícula con restos oxidados de algo que podrían haber sido llaves, ante el cual quedaban restos de una especie de silla giratoria, permitiendo el acceso tanto a la urna como al mueble de las llaves y la joya del pulsador.

─ Horacio, yo diría que esto es una antesala en la que debería haber un vigilante encargado de permitir o no el acceso a la propia tumba ─ indicó Arteaga, con gesto displicente.

─ Pues no perdamos tiempo; lo interesante debe estar tras la puerta del fondo… de momento me siento algo decepcionado.

Entre que el fotógrafo se hinchaba a hacer fotos, Horacio se acercó a la puerta, que estaba cerrada a cal y canto.

─ Vamos a tener que echarla abajo…

Tras forzar la puerta, segunda decepción: allí no había más que un pasillo y además el fondo estaba inundado de tierra; todo indicaba que el terreno se había hundido a partir de ahí, impidiendo el acceso a lo que hubiera más allá..

Horacio se sintió frustrado; ¡tantas expectativas y eso era todo!

─ No te preocupes todavía; aquí hay otra puerta… ─ exclamó José Luis, al ver la cara de su amigo.

─ Sí, ya veo ─ respondió Horacio ─ pero ésta es mucho más sólida y no creo que la podamos echar abajo como la otra. Tendremos que hacer un agujero…

Dicho y hecho. Al cabo de no mucho tiempo habían abierto un hueco a la altura de los ojos para atisbar lo que habría dentro. Horacio estaba impaciente y acercó su linterna al agujero para iluminar al menos parcialmente el interior, echando una primera ojeada.

─ ¿Ves algo, Horacio?

 Sí… ¡cosas maravillosas!... ─ respondió Carter emocionado.

Tras lograr forzar la segunda puerta, pudieron al fin ver lo que había en lo que parecía ser la Cámara Exterior de la tumba.

En una especie de baldaquino o dosel cubriendo lo que parecía una Plataforma Ceremonial elástica con espacio suficiente para dos personas, lo primero que se veía era un esqueleto tumbado boca arriba en posición horizontal; Horacio no estaba seguro si se trataba del faraón, pues carecía de una rica ornamentación. “Es posible que el cataclismo haya sido tan rápido que no haya dado tiempo a terminar la preparación del difunto”, se dijo. Al pie estaban dispuestas dos babuchas de tela. A los lados de la plataforma elástica había dos pequeños muebles haciendo juego con el baldaquino; sobre uno de ellos, en el lado del esqueleto, había un objeto bien conservado con información escrita; Horacio se estremeció, pues era la primera vez que un objeto así estaba tan bien conservado que podría ser legible, siempre y cuando se pudiera interpretar. Al lado había lo que parecía una representación de una deidad, con un cuerpo de serpiente flexible y una cabeza orientable; Arteaga objetó que también podría tratarse de un sistema de iluminación debido al cable que salía de la parte inferior. Al lado se veía una misteriosa joya cubierta por una cubierta de plástico y de pequeño tamaño; Horacio no tenía la menor idea de qué se podría tratar; en los bordes aparecían unas teclas. La tecnología parecía muy avanzada y miniaturizada. Por último, también en aquél mueble se encontraba un extraño aparato compuesto de dos piezas unidas por un cable enrollado, cuya función era desconocida para los dos arqueólogos. En el mueble situado al otro lado de la cama se encontraban objetos muy distintos, y que parecían ser recipientes que deberían haber contenido líquidos para libaciones u ofrendas, o bien aceites o perfumes; unos eran rígidos y parecían joyas, pero otros, los flexibles, eran más feos y estaban arrugados.

─ Creo que en este lado debería estar la Reina, pues todos estos objetos al final creo que son cosméticos; me pregunto si eran de uso cotidiano o si, por el contrario, forman parte del rito de embalsamamiento ─ objetó Arteaga ─ Mira, sobre el mueble está colgado un Pectoral Ceremonial, aunque también podría tratarse de una prenda íntima de vestir, dada su forma cóncava, con objeto de embellecer el torso femenino, sobre todo si la Reina tenía ya cierta edad. Me sorprende no ver en esta sala ningún sarcófago…

─ Muy agudo, José Luis… ─ respondió Horacio ─ continuemos observando. ¡Eh, fotógrafo, no olvides que quiero fotos de cada uno de estos objetos para hacer después la debida clasificación y catalogación!

Al fondo de la sala, en una esquina, había una gran ánfora que con toda probabilidad debería ser usada para conservar los órganos internos del difunto, pero estaba vacía.

Lo más impactante estaba al frente; se trataba de un altar de plástico similar al de la antesala, pero mucho más grande. Su forma era rectangular y parecía que todo giraba alrededor de este objeto; debía tratarse de un objeto de veneración. Debajo había espacios sellados para las ofrendas. Horacio empezaba a sospechar que aquél altar podría tener la parte frontal iluminada o incluso permitir ver imágenes; se dijo que más adelante lo investigaría con un científico. Podría también tener relación con el Comunicador Sagrado que el muerto llevaba sujeto en su mano derecha; el objeto era de plástico y contenía infinidad de teclas. El resto de objetos, por primera vez bien conservados a lo largo de la historia, debía tratarse de objetos ornamentales. En las paredes seguían colgados unos objetos planos y rectangulares mostrando paisajes, algo diferentes a los que él estaba acostumbrado a ver; esto podría ser una prueba de su teoría de la catástrofe, pues la naturaleza no siempre se desarrolla de la misma forma. Aquellas plantas que aparecían en los paisajes no eran iguales a las que se podían contemplar en la actualidad.

Al fondo de la sala había otras dos puertas; una de ellas daba paso a un receptáculo vertical en el que había ropajes que debían pertenecer al faraón, aunque no eran especialmente llamativos. Sin embargo, los que debían pertenecer a la Reina, estaban en comparación mucho más cuidados. Debajo de los ropajes había dos receptáculos grandes abiertos con unos asideros móviles y que debían servir para llevar objetos personales del faraón y de la reina. Dentro de ellos, los objetos estaban más deteriorados, pero había unos pocos bastante reconocibles. A Horacio se le aceleró el corazón cuando vio unas pequeñas representaciones con personajes, quizás del propio faraón y de la reina, incluyendo unos niños que podrían muy bien ser de los príncipes. La calidad de las representaciones era buena, y era asimismo la primera vez que podía contemplarse con tanta calidad. Al lado había un objeto negro con una lente, en el que aparecía una simbología que Arteaga copió con cuidado: se leía C A N O N. “No será fácil descubrir su significado”, se dijo Horacio, pero todo indicaba que con aquél objeto podrían realizarse esas representaciones. “Quizás dentro haya más…”, pensó para sí.

Como ya sospechaba Horacio, la otra puerta llevaba a la Cámara Interior, a la vista de la cual se le cortó el aliento; ¡era aún más deslumbrante que la Cámara Exterior! Como Horacio ya había sospechado, allí se encontraba el cuerpo de la reina, esta vez sí dentro de un sarcófago de color blanco abierto en su parte superior y con una superficie muy lisa. El esqueleto tenía la cabeza apoyada en el extremo del sarcófago en la parte que permitía un mejor apoyo para la espalda, todo un detalle para la Reina, pensó el arqueólogo, pero la postura ceremonial en este caso para su enterramiento debía ser con la barbilla sobre el pecho. El cuerpo de la reina llevaba un tocado ceremonial translúcido sobre su cabeza y uno de sus brazos colgaba por fuera del sarcófago. Por encima de éste, se veía un tejido transparente para el ulterior embalsamamiento, asimismo del habitual material plástico, en este caso muy fino y similar al tocado ceremonial; al tocarlo, se empezó a descomponer dada su finura.

En la pared frente a la difunta, sobresalían dos extraños objetos dorados que parecían trompetas; una estaba marcada con el símbolo “C” y la otra con “F”. “Tengo que investigar esto con más profundidad…”, se dijo Horacio.

A la derecha del sarcófago y pegada a la pared se distinguía una Urna Sagrada con una tapa giratoria; no se la veía especialmente ornamentada, por lo que dedujo que su contenido debía ser de poca importancia. A su lado estaba sujeto a la pared el Pergamino Sagrado, enrollado sobre un eje. José Luis se sintió frustrado cuando observó que no había nada escrito sobre él, sino que estaba en blanco.

En una repisa al lado del sarcófago estaban dispuestos en fila varios objetos que servirían para la preparación del cuerpo en su viaje final. No destacaban especialmente por su ornamentación.

Entretanto el fotógrafo seguía con su trabajo, tocó en el hombro a Horacio.

─ Sr. Carter, el objeto identificado como “Canon” en la Cámara anterior me da la impresión que se trata de una máquina de fotografía, aunque desconozco cómo funciona.

─ Pues quedas encargado de la investigación y su posterior catalogación… ─ propuso Horacio con una sibilina sonrisa.

Tanto Carter como Arteaga se sentían frustrados al constatar que no había ya más Cámaras. Si las hubiera, estaban completamente taponadas; tomaron la decisión de seguir excavando.

Al volver a la Antecámara, en una esquina encontraron una especie de cartel; copiando la simbología, lo grabado allí era: “M O T E L”. Como es lógico, no tenían ni idea de su significado, pero podría tratarse del nombre original de la tumba.

Al continuar con las excavaciones, se fueron descubriendo más tumbas, muy similares a la primera, pero todas ellas habían sido ya holladas o estaban en lamentables condiciones.

El descubrimiento de la tumba fue muy celebrado por los medios de comunicación. Carter adquirió gran notoriedad y junto a su amigo Arteaga estuvieron bastante tiempo dando conferencias. Se suscitó cierto escepticismo con respecto a las teorías del cataclismo de Horacio ¡una segunda humanidad anterior a toda la historia conocida y con un alto nivel cultural y tecnológico! Pese a algunas de las evidencias encontradas en la tumba, todavía sin catalogar, era algo demasiado increíble para ser aceptado sin más.

Horacio Carter falleció poco tiempo después asesinado a manos de uno de sus colaboradores, que fue posteriormente internado en un manicomio. Este no fue el único caso; el financiero responsable de las excavaciones murió también al poco tiempo víctima de un cáncer y el fotógrafo se cayó desde un último piso, se supone que por resbalar al hacer una fotografía complicada. José Luis Arteaga se libró de estas misteriosas repercusiones, pero siempre tuvo presente que cualquier día podría ser la siguiente víctima de la ya conocida como “Maldición del Faraón”…

                                                                                       KS, 30 julio de 2021

 

(*) NOTA: el año 1920 N.E. equivale al año de la era Cristiana 12.029 d.C., asumiendo que en el año 2029 d.C. se produjo el cataclismo astral mencionado, es decir, 10.000 años antes. A lo largo de esos diez mil años, hubo primero una extinción masiva (atmósfera irrespirable), una glaciación de aproximadamente un milenio y un diluvio universal. Con los pocos supervivientes, surgió poco a poco una nueva civilización, de sorprendente parecido a la anterior.

 

 

 

 

 


domingo, 13 de junio de 2021

Homo Ancestro

 

HOMO ANCESTRO          Por Kurt Schleicher

INTRODUCCIÓN

   La paleoantropología resulta ser una ciencia fascinante. Más de uno se habrá hecho preguntas como las siguientes:

-            ¿Cuáles son nuestros ancestros?

-          ¿Desde qué momento se considera al hombre como evolución del mono? ¿Cuándo se separaron monos y hombres?

-            ¿Qué son los homínidos? ¿Y los australopithecus?

-      ¿Cuál es nuestro primer ancestro inteligente? ¿Cómo y cuándo se produjo el “click” de la inteligencia humana o es ésta fruto de la evolución?

-             ¿Cómo podemos completar el rompecabezas de la evolución humana?… y otras muchas.

  La fascinación por la paleoantropología me apareció a finales de los años setenta, con ocasión de un viaje a Toulouse; en aquella época había que volar haciendo escala en París, que es lo mismo que a ir de Madrid a Burgos pasando por Vitoria. Pero me vino bien; aproveché para visitar el Museo del Hombre, justo enfrente de la torre Eiffel. La estrella del lugar era una tal Lucy; se anunciaba como nuestro ancestro más antiguo, con 3,2 millones de años de antigüedad, que me pareció entonces una barbaridad. Me sorprendió que el esqueleto estuviera casi completo, cuando los demás fósiles humanos solían ser cráneos o huesos sueltos. Debía andar erguida. Me sorprendió su tamaño; medía poco más de un metro de altura y su cráneo era muy pequeño. ¿Sería una niña? Su descubrimiento era muy reciente; databa del año 1974, por un tal Johanson, paleontólogo estadounidense. Al parecer, Lucy se hizo tan famosa por romper todos los esquemas anteriores de antigüedad sobre ancestros del ser humano.


   Ahora ya han pasado más de cuarenta años desde entonces. ¿Cuál es la situación actual? ¿Seguiría siendo Lucy nuestro ancestro? Eso es lo que trato de desvelar de la forma más simple posible, porque si no me podría salir todo un libro…

 

HISTORIA

   Todo empieza en 1857, cuando Charles Darwin presenta su teoría de la evolución en su libro El origen de las Especies, que entre otras cosas afirma que el hombre desciende del mono, causando una auténtica revolución. Hasta entonces, el origen del hombre se limitaba poco más o menos al Génesis, con Adán y Eva, y ¡ay! del que osara salirse de ese guión. Por fortuna para Darwin, persona de carácter tímido, el afamado científico T. H. Huxley salió en su defensa, llamando la atención sobre las afinidades entre gorilas, chimpancés y hombres. Poco antes, en 1856, se habían descubierto restos de una especie de mono, pero muy humano, al que se denominó “Hombre de Neanderthal”, buen ejemplo de evolución, pero en el siglo XIX nadie se aventuraba a afirmar que “aquello” era algo más que un mono y fue dejado de lado y olvidado. Era más bien bajito, pero ancho y fuerte. No mucho más tarde, en 1869, se descubrieron cinco esqueletos a los que se les dio el nombre de “Hombre de Cromagnon”; ya no había dudas, pues aquello sí que era “muy hombre”, con 1,80 m. de estatura y un volumen cerebral más que decente, cerca de 1600 cc, incluso mayor que el ser humano actual. Nadie se atrevía ya a catalogarlo como no humano. Se estima su aparición hace unos 40.000 años (y su desaparición hace unos 10.000 años). Una vez reivindicado Darwin, los neardenthales lo fueron también como aparentes antecesores del ser humano; sin embargo, años después se constató que esto no era cierto, aunque ambos llegaron a coexistir.     

                                                            

Hombre de Cromagnon

   En 1893 se encontró el llamado “Hombre de Java”, con un cráneo de apariencia simiesca, muy robusto también, pero con huesos muy humanos que denotaban bipedismo. Su descubridor creyó que había encontrado el “eslabón perdido” entre hombre y mono, cosa que quedó después fuera de lugar. Entre tanto, se iban acumulando nuevas pruebas; aparecieron el “Hombre de Heidelberg”, con una mandíbula de mono y dientes de hombre (¡?) y el “Hombre de Pekín”. Los tres andaban erguidos y  se encuadraron  bajo el nombre común de “Homo Erectus”; tenían cerebros relativamente pequeños y cráneos grandes con arcos superciliares también grandes. Resultaba difícil de digerir, sin embargo, que el Hombre de Java fuera casi seis veces más antiguo que el de Neanderthal: medio millón de años frente a los 100.000 de éste.

   Y no acababa ahí todo; en los años 50 habían empezado a proliferar en África los llamados “Australopithecus”, homínidos muy antiguos, pero no hombres, pues tenían un cerebro muy pequeño para ser considerados como tales, por mucho que anduvieran erguidos. Las dataciones los colocaban en el entorno de Lucy y aún más antiguos, cerca de los 4 millones de años de antigüedad. Sin embargo, dejando de lado el cerebro, las características de los australopithecus eran más semejantes al del modelo humano que al de simio, por lo que se terminó aceptando años más tarde que se trataba de homínidos, lo mismo que Lucy. A los fósiles más grandes se les denominó Australopithecus robustus.

   El famoso matrimonio de paleontólogos Louis y Mary Leakey encontraron en 1959 otro australopitheco todavía más robusto, al que llamaron “Australopithecus boisei”, conocido como “Zinj”. Esto coincidió con una mejora en el proceso de datación, consistente en medir el grado de debilitamiento del isótopo radioactivo del potasio al transformarse en argón. Gracias a esto, la fiabilidad de la antigüedad de Zinj era mucho más precisa, si bien más cercana de lo previsto: tan “solo” 1,8 millones de años. Lo curioso es que poco después se encontró otro fósil en la zona de Olduvai, en Tanzania, no de un australopiteco, sino de un claro antecesor del hombre y prácticamente la misma antigüedad: 1,75 millones de años. A este ejemplar se le denominó “Homo Habilis”, debido a que se encontraron cerca restos de artefactos de piedra. Leakey insistió en que el Habilis era un hombre, el más antiguo de todos, según él.                                 

   En 1973, un año antes del descubrimiento de Lucy, se encontró otro homínido en la misma zona, de tres millones de años de antigüedad. Era igualmente de un metro de estatura y bípedo. Con la aparición de Lucy en 1974, resultaba que hace tres millones de años había unos “monos” muy feos andando como hombres con sus cortas piernecitas, todo ello muy difícil de digerir.



    Entre 1975 y 1976 se encontraron una gran cantidad de fósiles similares entre sí, 350 en total. Se denominaron Australopithecus Afarensis, por la localidad en que se encontraron, el Triángulo de Afar. Lucy encajaba bien entre los afarensis. Aquello permitió también determinar la diferencia entre Australopithecus y Homo: los primeros tenían mandíbulas y molares grandes y los segundos al revés. Así se pudo por fin determinar la desviación entre unos y otros; una rama terminaría en el hombre y la otra no evolucionaría. La frontera parecía estar en el Afarensis; el Africanus nos llevaría al Robustus y a los simios y el Erectus hacia el hombre, que se llamaría al final Sapiens. El diagrama adjunto lo muestra con claridad. El problema apareció cuando se hizo la datación oficial y más precisa del Afarensis, obteniendo nada menos que 3,75 millones de años, con lo que la distancia al primer homínido posterior (el Habilis) se incrementó todavía más. ¿Qué pasó en ese largo intervalo de casi dos millones de años, entre 3,75 y 2 millones de años de antigüedad? ¡No había otros fósiles de homínidos en ese periodo, justo tras el punto más crítico de la separación! Esto creó cierto desconcierto y desconfianza, aparte ya de la discusión de base de considerar a los australopithecus afarensis hacia atrás como “no hombres”. Dos millones de años de “hueco” son muchos años…

   Por el contrario, la distancia entre el Habilis y el Erectus era mucho más corta; de este último se sabía más y tenía pinta de ser “bastante hombre”: comía alimentos cocinados, se hacía ropa, era un excelente cazador de grandes animales y se fabricaba sus propias herramientas. ¿Surgió realmente del Homo Habilis, del que se sabía muy poco? ¿No sería un salto demasiado repentino el medio millón de años que había entre ambos? Por otra parte, el Homo Erectus casi no evolucionó durante un periodo muy prolongado, pero “de repente” dio un salto evolutivo en tan sólo doscientos mil años convirtiéndose en el “Homo Sapiens”, nuestro ancestro más próximo, nuestro primo más cercano. De nuevo las misma preguntas: ¿Qué pasó en ese millón de años entre el Habilis y el Erectus? ¿Qué pasó en los doscientos mil años entre el final del "longevo" Homo Erectus y el Homo Sapiens? ¿Cuál fue el paso evolutivo que determinó nuestra inteligencia actual?

   En ésas estábamos cuando visité a Lucy en el Museo del Hombre en París a finales de los años setenta. Había demasiadas preguntas sin respuesta todavía. ¿Se habrían contestado durante los últimos cuarenta años? Ahora lo veremos.

* * * * *

  

DESCUBRIMIENTOS EN LOS ÚLTIMOS CUARENTA AÑOS

     Lo primero que llama la atención es que en esos años la antigüedad de los homínidos aumentó bastante, desde los cuatro de entonces a los más de siete millones de años actuales, duplicando la de nuestra “Lucy”.

     Por otra parte, fueron apareciendo nuevos fósiles de homínidos, así como también se fueron rellenando los huecos en el entorno del Homo Sapiens (como anécdota, se distinguió un subgénero, el Homo Sapiens Sapiens, que hoy en día está en desuso, quizás por lo de ser “tan” sapiens).

  La tabla adjunta, los “Hitos de la Evolución humana”, es muy esclarecedora y recomiendo estudiarla en detalle. En la parte superior tenemos a los homínidos “no humanos” y en la inferior la rama que lleva al Homo Sapiens. En la banda de en medio está el “árbol genealógico” de esos siete millones de años desde el australopiteco más antiguo como ancestro nuestro (el Salehanthropus Tchadensis, de 7,2 millones de años de antigüedad) hasta la actualidad, marcando además las especies reconocidas y los vínculos entre ellas, así como las áreas de incertidumbre, que ya son menos. El tamaño de los cerebros pasaba de poco más de 350 cc a los 1400 cc del Sapiens.

     Entre los más antiguos, ya no están sólo los australopithecus, sino que nos encontramos con los ardipithecus. A mí me ha llamado poderosamente la atención un homínido en particular, el “Ardipithecus Ramidus”, de 4,2 millones de años de antigüedad, que andaba muy erguido (ningún parecido con los gorilas), con pinta muy humana, pese a estar cubierto de pelo, pero que en lugar de pies tenía también manos como los simios. ¿Sería éste el eslabón perdido? Pues tampoco. En 2017, no hace nada pues, se descubrió el cráneo de un homínido, de poco más de un año de edad, que tenía una dentición (de leche, claro) que no parecía ser de un simio: se le llamó “Alesi”. Sigue estando en debate si pudiera ser otro eslabón perdido; el problema es que se trata de un ejemplar único. La sorpresa está en su datación: ¡trece millones de años! ¿Otro salto, mucho más grande todavía?  A mi parecer, deberíamos quedarnos, al menos de momento, con los siete millones de años del primer ancestro.

Ardiphitecus Ramidus

     "Alesi"

   Vamos a irnos ahora al otro extremo, a los homínidos de menos de dos millones de años de antigüedad. He encontrado un gráfico muy ilustrativo:   

   Aquí observamos información adicional, respondiendo a la pregunta de “qué más” había en la larga época del Homo Erectus, enriqueciéndose el entorno con nuevos especímenes: el Homo Ergaster, el Antecessor, el Rhodesiensis y nuestro viejo amigo el Neanderthalensis. Dos observaciones: el de Neanderthal NO está en el camino del Homo Sapiens, pero hubo en Europa un cruce entre los dos, razón por la cual hoy tenemos genes de ambos. La otra observación es la mayor expansión del Homo Sapiens, abarcando tanto Africa, como Europa, Asia y hasta América. Esto me llamó la atención, pues es otra distinción relevante entre el Sapiens y todos los demás. Incluso yo diría que detrás hay una adaptación a condiciones climáticas, forzando a que las comunidades de Sapiens emigrasen cuando fuera necesario, lo que ayudó a su supervivencia y denotaba cierta inteligencia El ya mencionado Hombre de Cromagnon no es más que el Sapiens europeo.


   El paleomagnetismo es un método de datación alternativo, aprovechando el periódico cambio de polarización de los polos terrestres. En el gráfico de J. L. Arsuaga es de destacar que la frontera “simio-hombre” la coloca en el Australopithecus Anamesis y no en el Afarensis y, por el contrario, el Africanus está en la línea del hombre. Seguimos sin disponer de verdades absolutas, al parecer.

   Como resumen más simplificado, se muestran aquí las dos vías:



             * * * * *

 

EVOLUCIÓN DEL HOMBRE EN FUNCIÓN DE SU ENTORNO.

HISTORIA Y MITOS.

    Veamos ahora la evolución del hombre en función de su entorno, pues en épocas de glaciaciones, de grandes erupciones u otros desastres naturales, los homínidos se habrían visto forzados a abandonar sus lugares habituales. La mayoría de los datos provienen de fuentes de la Universidad de Kansas en 2014.

     Empezaremos por el Mioceno (entre 23 y 5,3 millones de años) en la que debieron aparecer los ancestros más antiguos, seguiremos por el Plioceno (entre 5,3 y 2,58 millones de años), continuaremos por el Pleistoceno (desde 2,58 millones de años atrás  hasta los 10.000 años a. C.) y finalizaremos en el Holoceno (desde 10.000 años a. C. hasta el presente).

 

    En el MIOCENO (23 - 5,3 millones de años) tuvieron lugar los últimos movimientos tectónicos de la placa terrestre:

-          Hace 23 millones de años, la placa árabe-africana se une a Asia

-          Hace 14 millones de años, la Antártida se separa de Sudamérica

-          Hace 13 millones de años es posible que haya surgido el ancestro más antiguo del hombre (cráneo de Alesi), sin confirmar. Al mismo tiempo, el clima mundial se hace más cálido, se secan las zonas continentales interiores y los bosques empiezan a convertirse en pastizales.

      Hace 7 millones de años, aparecen los primeros homínidos bípedos, como hemos visto.

   

  En el PLIOCENO (5,3 – 2,58 millones de años):

-          Hace 4,4 millones de años, aparece el Ardipithecus Ramidus, del que ya hemos hablado y me es tan simpático; la verdad es que me gusta como ancestro lejano. No estaría nada mal disponer de grandes pies como manos y poder hacer el Tarzán con soltura, además de ahorrarnos los zapatos; con dos pares de guantes nos arreglaríamos…

-           Hace 4 millones de años, Norteamérica y Sudamérica se unen por el istmo de Panamá, permitiendo el cruce de animales y plantas, así como de los primeros homínidos. Las corrientes oceánicas se vieron afectadas tras el aislamiento del océano Atlántico.

-        Hace 3,9 millones de años aparecen los primeros Australopithecus en la zona centro-oriental de África, extendiéndose durante 200.000 años por el norte de este continente.

-          Hace 3 millones de años se forma hielo en los polos y el clima global se hace más frío y más seco. Esto podría haber causado migraciones hacia el Ecuador. Hay mayor difusión de praderas y sabanas, facilitando aspectos como el pastoreo.


    En el PLEISTOCENO (2,58 mill.años – 10.000 a.C.)

-          Hace 2,4 millones de años aparece el Homo Habilis.

-          Hace 2 millones de años se generaliza la aparición de herramientas.

-     Hace 1,3 millones de años y hasta 800.000 años a.C. se produce  la Glaciación Sherwin, durante nada menos que 480.000 años. Un periodo tan largo de glaciación debió afectar a los Homo Erectus.

    Existe el mito de que en este periodo existía un continente entre América y Europa que se identifica con la Atlántida; no sería impensable que durante esta enorme cantidad de años (cerca de medio millón) y por causa de las glaciaciones floreciese una humanidad en ese continente con un clima más aceptable (coincidiría con las actuales Bahamas). Si tenemos en cuenta que la civilización humana reciente abarca unos 5.000 años en total (3.000 de las dinastías egipcias y 2000 más hasta hoy), se podría haber desarrollado entonces perfectamente una civilización de la que no hayan quedado restos; la glaciación habría durado cien veces más que esa potencial civilización, ¿no?. A veces se nos olvidan las escalas temporales. Quisiera dejar claro que no estoy defendiendo una “civilización atlante extraterrestre” ni nada parecido, sino planteando que en tal cantidad de años “cabe” perfectamente pensar en el desarrollo de una civilización que podría haber alcanzado un determinado grado relevante en cuanto a su inteligencia en un entorno climático más favorable y podría explicar muchas cosas que hoy en día siguen siendo misterios. Admito sin embargo que esto no es más que una especulación.

-          Entre 680.000 años a.C. y 620.000 años a.C. hubo una nueva glaciación, llamada de Günz-Nebraska. Dentro de este periodo (hacia 640.000 a.C.) se produjo una gran erupción supervolcánica, formándose Yellowstone.

-          530.000 a.C.: aparición del lenguaje en el Hombre Heidelbergensis; este hecho pudiera ser muy bien la causa del comienzo del desarrollo de la inteligencia más adelante en el Homo Sapiens, al poder comunicarse entre sí. Esto se relaciona con la aparición por mutación del gen FoxP2, que tiene que ver directamente con el lenguaje.

-          Desde 455.000 a.C. a 300.000 a.C. se produjo una nueva glaciación, conocida como de Mindel-Kansas, por un periodo nada despreciable de 155.000 años.

-          400.000 años a.C.: los homínidos cazan con lanzas de madera e instrumentos de piedra.

-          300.000 años a.C.: se hace uso controlado del fuego

-          230.000 años a.C.: los Neanderthales se difunden por Europa.

-         De 200.000 a.C.  a 130.000 a.C.: periodo glacial Riss-Illinois, de 70.000 años de duración, en los que se produjeron numerosas erupciones y terremotos.

-          160.000 a.C.: aparece el Homo Sapiens, hito trascendental.

-          130.000 a.C a 108.000 a.C.: periodo interglacial Riss-Würm, con un notable incremento de la temperatura ambiente. Con el deshielo de las zonas heladas, el nivel del mar aumentó unos 6 metros, convirtiendo a Europa en una marisma poco menos que inhabitable. ¿Más migraciones?

-          108.000 a.C.: nuevo periodo glacial (Würm-Wisconsin)

-          78.000 a.C.: los Homo Sapiens humanos no africanos se cruzan con los Neanderthales en Europa.

-          72.000 a.C.: Super-erupción del volcán Toba en Sumatra, emitiendo gran cantidad de dióxido de azufre. Se trata de una catástrofe de enorme magnitud que se propagó a nivel mundial, provocando la desaparición de gran cantidad de animales y humanos; el número de Homo sapiens en el mundo se redujo entonces a no más de 10.000 individuos.

-          70.000 a.C. Mito: el continente Atlántida quedó reducido a una isla.

-          68.000 a.C.: máximo glacial Tahoe. Se producen migraciones hacia zonas más cálidas.

-           38.000 a.C.: aparece el Hombre de Cromagnon en Europa, con características muy similares al hombre actual, incluso con un mayor cerebro y estatura. ¿Hito relevante para la evolución de la inteligencia?

-                   26.000 a.C.: extinción de los Neanderthales.

-                   24.550 a.C.: erupción supervolcánica del volcán Taupo en Nueva Zelanda.

-        20.000 a.C.: máximo glacial Tioga. El nivel del mar bajó del orden de 130 metros al contraerse el hielo. Esto debió de facilitar migraciones. En cuanto al mito atlante, podría haber sido una época buena para abandonar la isla.

-          17.000 a.C.: el hielo antártico comienza a derretirse lentamente, volviendo a subir las aguas del mar.

-          10.950 a.C.: Importante evento cósmico, que se ha asociado al impacto del cometa Clovis sobre la Tierra, con restos ya desintegrados por la atmósfera abarcando unos 90 km. de extensión entre América y Europa. La energía de impacto resultante fue así bastante más pequeña que la del impacto del asteroide de hace 65 millones de años en Yucatán, que acabó con los dinosaurios, aunque causó, sin embargo, importantes cambios orográficos, graves repercusiones en los seres humanos y animales, incluyendo la extinción de muchos mamíferos (mastodontes, mamuts, camélidos, osos de cara corta, tigre de dientes de sable, etc.) y una reducción importante de nuevo en la población humana (extinción de la cultura Clovis en América del Norte, por ejemplo). Este impacto causó un brusco enfriamiento en toda la zona marcada (YDB), de aproximadamente 1.300 años de duración, mucho menor que las anteriores, llamada “Glaciación Dryas Reciente” (Young Dryas).    (Fuente: universidad de Kansas, 2014).   

Glaciación Young Dryas 

    Es muy probable que esta rápida glaciación durante un milenio haya provocado migraciones en masa desde toda el área marcada hacia zonas más cálidas.

 

 Volviendo al mito de la Atlántida, la historia de Platón relacionada con el hundimiento brusco de la Atlántida menciona estas fechas (aprox. 11.000 a.C.); el cometa parece ser que impactó sobre el Atlántico en esta zona. Hay evidencias de gran número de nano-diamantes, que aparecen tras una gran explosión. El cometa pudo muy bien impactar directamente sobre la isla, causando su brusca desaparición. En el fondo del mar se encontraron rocas de taquilita, lava basáltica vítrea que se enfría fuera del agua a presión atmosférica; si se hubiera solidificado bajo el agua, sería cristalina y no vitrificada. Por lo tanto, esa zona estaba en la superficie antes del impacto.

                                                  Corriente del Golfo frenada por la isla 

Corriente del Golfo actual

   Hay algo más a tener en cuenta: el hundimiento de la Atlántida, que según Platón era bastante grande y con altas montañas, hizo posible que la Corriente del Golfo ya no quedase frenada por la isla, calentando entonces la zona del norte de Europa. Esto explicaría por qué Groenlandia está helada y que hacia la misma latitud está Noruega, que goza de un clima mucho más templado.

-           9450 a.C.: fin del periodo de glaciación “Würm-Wisconsin” (Young Dryas)

   Tirando nuevamente de imaginación, tras el cataclismo mundial por el impacto del cometa Clovis sobre el año 11000 a.C., se produce un periodo de glaciación sorprendentemente breve (1.300 años tan sólo), si se compara con las otras; parece ser que esto se debe al efecto de la mencionada y ya no frenada Corriente del Golfo, que aceleró el deshielo. En consecuencia, el nivel del mar subió del orden de 120 metros o incluso bastante más. Se considera esta fecha (9450 a.C.) como la más probable -científicamente hablando- para el Diluvio Universal, referenciado en muchas culturas. Es desde entonces que la forma de los continentes en las costas se adecúa a la actual. Este deshielo y subida de nivel de los mares afectó también a muchas zonas tierra adentro, provocando grandes inundaciones al penetrar el mar por los cauces de ríos; por ejemplo, el Nilo en Egipto. Una evidencia de ello es la Esfinge, que está situada en una zona más baja que las pirámides y se han descubierto rastros de haber estado sumergida por algún tiempo, sufrir incluso embates de olas y aparecer restos de pequeños animales marinos de esa época; análisis con el C14 lo cifran en alrededor del 14.000 a.C. Las pirámides de Gizeh se sitúan oficialmente hacia la cuarta dinastía egipcia (aprox. 2500 años a.C.), pero por su nivel tecnológico no encajan precisamente en esa época; si fueran resultado de una civilización anterior más avanzada (¿atlante?), se podrían llegar a asociar a esas fechas. El Sahara era por entonces un vergel.

     Y esto no es todo; tensando aún más el arco imaginativo, nos encontramos hacia el oeste con el misterio de las culturas sudamericanas desaparecidas.

    Antes del impacto del cometa Clovis, la supuesta cultura atlante se fue difundiendo con alta probabilidad fuera de la isla, al menos hacia Perú y Bolivia. Existen muchas similitudes con la egipcia. Una posible muestra de ello es la cultura de Tiahuánaco; según los profesores Arthur Posnansky y Rolf Müller, el inicio de la construcción de Tiahuanaco estaría alrededor del año 15.000 a.C., siendo llamada “la ciudad más antigua del mundo”. Tras la finalización de esta ciudad, sobrevinieron según ellos una serie de cambios geológicos hacia el 11.000 a.C. -vuelve a coincidir con la fecha del impacto del cometa Clovis- que comenzaron a separar cada vez más la ciudad de la costa del actual lago Titicaca. Posnansky cree que la civilización de Tiahuánaco apareció alrededor del 14.000 a. C. y que posteriormente se produjo un fenómeno geológico de grandes proporciones que fraccionó la cordillera de los Andes, seguida de una elevación de la región del lago Titicaca “hace unos diez mil años”, colocándolo donde está hoy. Si nos apoyamos en leyendas, cuentan que Tiahuanaco “fue levantada en una noche“ por unos extranjeros misteriosos de piel blanca y barbudos, que se llamaban a sí mismos “Hijos del Sol“. La leyenda dice que llegaron allí para difundir su civilización e impartir sus conocimientos; esto coincide con la descripción de Viracocha por los incas. ¿Sería Viracocha un atlante? Tiahuánaco estaba situada a la orilla del mar, pues se ha descubierto una línea de sedimentos marinos que se extiende sin interrupción durante setecientos kilómetros. Además, el lago Titicaca es salado porque es el último resto de un océano desaparecido. Los muelles del puerto de Tiahuanaco existen todavía y se encuentran sobre la línea de sedimentos, encontrándose por allí fósiles marinos, al igual que en Gizeh.

    En cuanto a los ancestros de Egipto, en el Papiro de Turín se mencionan los “Neters” (dioses), los héroes y reyes y los “Shemsu-Hor”, anteriores a las primeras dinastías egipcias oficiales. Encajando el rompecabezas, resulta un gráfico como el siguiente:       


          
                                                  Egipto predinástico. Hipótesis.

    ¿Por qué cuento todo esto, que no está probado científicamente? Pues sencillamente para exponer una alternativa al gran salto evolutivo que dio el Homo Sapiens en los comienzos del Holoceno (hacia 10.000 años a.C.). La aparición del ser humano civilizado debió suceder muy poco tiempo después de estas fechas, como muestran las ruinas de ciudades como Catal-Huyuk en Turquía o Jericó.

    La secuencia es:

    HOLOCENO: De 10.000 a.C., hasta el Presente.

-           7.050 a.C.: Comienza la fundición de metales. Jericó.

-           3.350 a.C.: Edad del Bronce

-           3.050 a.C.: Desarrollo de la escritura. ¡Comienza la Historia!

-           1350 a.C.: Edad de Hierro

-             280 a.C.: Arquímedes avanza las matemáticas

-           1700 d.C.: Comienza la Revolución Industrial.

                                                            * * * * *

 

CONSCIENCIA E INTELIGENCIA

    La pregunta del millón es ¿qué pasó para que de golpe la inteligencia humana se desarrollase de manera tan súbita tras medio millón de años desde la aparición del lenguaje con el Homo Heidelbergensis? ¿Se trata de un desarrollo lento desde entonces?

 

    J.L.Arsuaga expone la idea de la emergencia natural de la inteligencia humana a partir de la reestructuración y expansión del cerebro posibilitada por el aporte energético que proporcionaría el consumo de carne. Homo HabilisHomo Rudolfensis son los primeros homínidos de quienes tenemos certeza que consumían carne de animales, procedentes del carroñeo. La sustitución de una dieta casi exclusivamente vegetal, muy rica en celulosa, por otra en la que la carne, rica en proteínas, desempeñaba un papel esencial, permitió que aumentara el volumen del cerebro y disminuyera la longitud de los intestinos. Sin embargo, tampoco es del todo cierto que el aumento de tamaño del cerebro esté directamente relacionado con la inteligencia; por ejemplo, el ser humano actual ha sufrido una disminución del volumen desde el Hombre de Cromagnon, debido a vivir en sociedad y poder apoyarse en otros seres humanos. Siguiendo la Tª de la Evolución, el hombre ya no necesitaría tanto volumen cerebral y el aumento del intelecto estaría asociado a una cierta disminución del volumen cerebral. Los humanos del Mesolítico (hace unos diez mil años) presentaban una media de encefalización de 1593 cc. los varones y 1502 cc. las hembras; en cambio los hombres actuales tienen un promedio de 1436 cc. y las mujeres 1241 cc.

   "Nunca habrá acuerdo universal sobre una definición de la inteligencia, porque es un vocablo abierto, lo mismo que Consciencia". Por su parte, Arsuaga sostiene que: "eso que llamamos “inteligencia” es un concepto de difícil definición y muy problemática medida". Esta dificultad facilita la confusión, de ahí que algunos científicos sostengan que ciertas especies de animales tienen inteligencia, mientras que otros la restringen exclusivamente al género humano.

    Todas estas disquisiciones quedarían simplificadas de un golpe si asumiésemos que la inteligencia  y consciencia humanas se desarrollaron en el cerebro por intervención divina, pero no debemos olvidar tampoco la aparición de mutaciones por causas externas que también podrían iniciar el proceso.

   Somos libres de especular y de suponer todo lo que queramos, pero hemos de ser conscientes de que debemos de distinguir entre lo que es un escenario evolutivo hipotético de lo que es una verdad científica firmemente establecida, y lo cierto es que la ciencia no puede determinar con exactitud empírica cómo surgió la inteligencia humana. Para Darwin, la evolución de la mente humana no difería sustancialmente de la evolución del cuerpo. Era, por lo tanto, un proceso lento y continuo, un avance a base de pequeños pasos y mucho tiempo por delante para recorrer el largo camino evolutivo que separa al mono del hombre... Otros simplemente no podían admitir que las facultades intelectuales y morales del hombre, tan elevadas, fueran un producto de la evolución gradual, y que nos hubiéramos ido haciendo seres humanos poco a poco: debía tratarse entonces de un único gran salto cualitativo, que no se podía explicar por una lenta acumulación de múltiples pequeños cambios.

    Investigaciones recientes han asociado datos del Biobanco del Reino Unido, comparando variantes de ADN de más de 240.000 personas. Su análisis identificó 538 genes vinculados a la capacidad de resolución de problemas y 187 regiones del genoma humano que están relacionadas con habilidades de pensamiento. Curiosamente, algunos de estos genes también están vinculados a otros procesos biológicos, como una vida más larga, por lo que parece que la inteligencia y la salud podrían ir de la mano.

   Ante esta situación tan poco definida, añadir una nueva especulación basada en que la inteligencia se formó en una civilización desconocida por parte de los habitantes de Atlántida, que a su vez fueron capaces de desarrollar la suya propia, ya no resulta algo tan descabellado. Recordemos de nuevo que 5.000 años de desarrollo de una civilización en medio de una larga época de 480.000 años de la glaciación Sherwin, se podría producir en cien ocasiones; tras el hundimiento de la isla no habría quedado ni rastro, excepto lo que hubieran aportado a las civilizaciones egipcia y sudamericana.

   En resumen, seguimos sin saber la verdad sobre la forma y el momento en que nos hicimos conscientes e inteligentes; cada cual puede quedarse con cualquiera de las razones expuestas u otras nuevas.

                                                 Homo Ramirensis

                                                                 KS, junio de 2021